¡Soy un caso!
¡No lo puedo remediar! En cuanto voy a un mercadillo y veo "cacharrería" para mi casa me pierdo.
Me recordaron las fuentes de servir que tenían mis abuelas cuando yo era pequeña, así que no pude dejarlas allí.
También estaba esta pequeñita, perfecta para prepara un pastel al horno para dos personas.
¡Así que me las traje a todas para casa!
¿Vosotras qué habríais hecho?